viernes, 5 de octubre de 2007

¿Por qué asociamos al corazón con el amor?

Muchas veces solemos decir TE AMO CON TODO MI CORAZÓN.... O TE QUIERO CON TODO MI CORAZÓN... Pero ¿Acaso sabemos porqué decimos eso? Bien puede ser, te quiero con todos mis riñones o mejor aun te quiero con todo mi hígado. A continuación les contaré algo y veamos que opinan al respecto....

Hace más de cien años que las tarjetas postales se pusieron de moda. La fiebre de mandarlas atacó a la mayoría de las personas que sabían leer y escribir y. Las primeras de las que se tiene registro datan de los años 1892 a 1894, y en general tenían panorámicas, paisaje, edificios, etc. Relacionado con el intercambio de postales de "San Valentín" a mediados del siglo XIX, se comenzó a utilizar símbolos como corazones y cupidos. (En Estados Unidos, esta celebración también se empezó a asociar con un saludo amor platónico de "Happy Valentine's", enviado por los hombres a sus amigas -raramente a sus amigos)... Así que, un primer acercamiento a la respuesta nos dice que: LOS VENDEDORES DE TARJETAS Y REGALOS RESULTAN PROMOTORES DE LOS CORAZONES EN LAS TARJETAS, EN LOS OBSEQUIOS, EL PAPEL PARA ENVOLVER Y DEMÁS BARATIJAS DE AMOR. (Con el paso del tiempo la idea de corazones se comenzó a generalizar entre la gente y los vendedores hicieron buen negocio)

Eso no nos termina de decir por qué el corazón
Al corazón desde la época antigua se le ha atribuido cuestiones "vitales". Los griegos por ejemplo discutían sobre "EL ALMA" y había grandes debates sobre si el alma se encontraba en la cabeza o en el pecho. Recordemos la frase "los ojos son la ventana del alma" o "para llegar al corazón de un hombre se llega por el estómago". En esos tiempos el conocimiento incompleto de la fisiología y anatomía humana daba pie a suposiciones filosóficas.
Durante el Renacimiento con los estudios médicos y las disecciones la ciencia "resurgió" y se comenzó a comprender cómo funcionaba el cuerpo humano: El evento que dominó el Siglo XVII en medicina marcando el principio de una época nueva en ciencia médica era el descubrimiento de la circulación de la sangre por el médico inglés y anatomista William Harvey. En 1553 Michael Servet había descrito el tránsito pulmonar de la sangre. El Ensayo de Harvey en el Movimiento del Corazón y el Sangre (1628) estableció el hecho que el corazón bombea la sangre en circulación continua.

El impacto fue tan grande que incluso en la también naciente ciencia económica del siglo XVIII, el francés Fracoise Quesnay, sugirió que el sector primario (agropecuario y extractivo) era el creador de la riqueza, y "en analogía con el sistema circulatorio", la riqueza circulaba por el resto de los sectores económicos: EL CORAZÓN RESULTA UN ELEMENTO VITAL.

Fuera la época que fuere, el ser humano ha cargado con toda una gama de sentimientos, felicidad, odio, amor, tristeza, y la mayoría de ellos provocan una alteración respiratoria y pulmonar, por lo cual no es raro que muchas veces se supusiera que EL CORAZÓN, era la fuente de esos sentimientos. Un ejemplo, en el
Quijote, Libro I Cáp. XIV:

Tú, que con tantas sinrazones muestras
la razón que me fuerza a que la haga
a la cansada vida que aborrezco,
pues ya ves que te da notorias muestras
esta del corazón profunda llaga,
de cómo, alegre, a tu rigor me ofrezco,
si, por dicha, conoces que merezco
que el cielo claro de tus bellos ojos
en mi muerte se turbe, no lo hagas;
que no quiero que en nada satisfagas,
al darte de mi alma los despojos.

En este extracto se aprecia la dualidad que hasta la fecha persiste: la razón del buen juicio de la mente y el cerebro, y el amor y demás sentimientos sin explicación lógica que vienen del corazón. Y cómo éste los encontramos en obras de Shakespeare, de Oscar Wilde, incluso de Homero... en su "Odisea" por regresar al hogar con su esposa, "su corazón", "el amor de su vida" y "única razón para seguir viviendo"...

Los cardiólogos ven ahora al corazón como un músculo excepcional, con sus válvulas, como la mitral, sus arterias, y muy pocos dirían que "un órgano tan vital" pueda dar origen al AMOR, pero definitivamente si el corazón deja de latir, la muerte es indiscutible, y por dos razones: 1) una muerte orgánica, el flujo sanguíneo y los procesos químicos de intercambio de CO2 por oxígeno necesario para el resto del sistema se detienen, y; 2) la muerte cerebral, la integridad de las células neuronales se compromete después de rebasados 5 minutos sin flujo de oxígeno, (quienes pasan más tiempo sin reaccionar y reaccionan tarde, acaban con daños cerebrales) y es precisamente EL CEREBRO, quien realmente gobierna EL AMOR, porque por un lado agrupa y ordena los juicios lógicos e ilógicos que rodean al AMOR, y por otro lado la secreción hormonal y desarrollo sexual también se centraliza en la red neuronal de cada cerebro humano.
¿Que es el AMOR si no una serie de estímulos neurológicos, psíquicos, físicos y químicos, que nuestro CEREBRO recibe e interpreta?


Solo que como al cerebro se le achacó la lógica, y el amor en más de una ocasión se semeja a la locura, se le descartó como órgano del amor y se le dejó al corazón, por las alteraciones cardiacas que son más notorias en cazo de enamoramiento, desamor o amor...
Eso, y que además los cerebros, esas feas masas arrugadas y gelatinosas, no se veían nada bien en las tarjetas de Amor y San Valentín: ¿quién recibiría con gusto una tarjeta con un cerebro atravesado por una flecha de cupido?... eso se pudo haber relacionado más con una enfermedad mental que con amor... aún así hay quien decir estar "enfermos de amor" o "que el amor es una enfermedad maravillosa"... Y a veces los corazones partidos, cruzados entre sí o atravesados por la flecha de Cupido se relacionaban más con las nociones de amor y desamor que se "sentían en el pecho"

Yo estoy de acuerdo contigo de que es un error real relacionar Amor y corazón, pero incluso los antiguos Aztecas al ofrecer en sacrificio a algún guerrero o doncella el corazón tenía un especial significado: QUE ES EL ÚNICO ÓRGANO QUE RECIÉN EXTRAÍDO DEL CUERPO SIGUE MOVIÉNDOSE, "como si estuviera vivo", "como si en él estuviera depositada el alma, la esencia o la vida del sacrificado" y que ofrendaba a los Dioses para continuar el ciclo de la vida. ¿Quién dice que el amor no exige sacrificios?

Ahora si esto no te ha parecido suficiente, siempre hay una tercera opinión: la de la Santa Iglesia, Romana, Católica y Apostólica.... como si no pudieran evitar meterse en cuestiones del libre albedrío (jejeje): El corazón de hombre, es el lugar donde Dios vive... y aquellos que no abren su corazón a Dios "están condenados...", cosas de ese tipo, que a fin de cuentas se refieren a las relaciones entre los hombres que profesan una fe y una religión hacia algún Dios o dioses... Corazón de piedra, infestado de serpientes mil como serpientes tiene el infierno; "corazón negro y frío"... todas son expresiones del comportamiento humano y en teoría, un corazón puro limpio, que acepta a Dios es el de un hombre o mujer, justo y recto según los preceptos religiosos y culturales. Ahora si esto no te ha parecido suficiente, siempre hay una tercera opinión: la de la Santa Iglesia, Romana, Católica y Apostólica.... como si no pudieran evitar meterse en cuestiones del libre albedrío: El corazón de hombre, es el lugar donde Dios vive... y aquellos que no abren su corazón a Dios "están condenados...", cosas de ese tipo, que a fin de cuentas se refieren a las relaciones entre los hombres que profesan una fe y una religión hacia algún Dios o dioses... Corazón de piedra, infestado de serpientes mil como serpientes tiene el infierno; "corazón negro y frío"... todas son expresiones del comportamiento humano y en teoría, un corazón puro limpio, que acepta a Dios es el de un hombre o mujer, justo y recto según los preceptos religiosos y culturales

Entonces yo también voto por el hígado, pero la bilis de éste no fue muy aceptada en una prueba de consumidores en los que se les hizo el test sobre "si el color del amor sería el verde y el hígado la fuente del amor"...
No sé si consideres mi respuesta seria, pero a mi me lo pareció, pues aunque parece que me ando con muchas vueltas al asunto, me gusta desenmascarar la verdad detrás del mito del AMOR... porque muchas cosas no siempre son lo que nos dicen que son, hay que vivirlas y experimentarlas para hacerse un juicio, y por eso aquí presenté los míos.

Espero que les guste mi respuesta y si no dejen un comentario con la suya...

La química del amor

Toda nuestra vida hemos pensado que nos enamoramos con el corazón y que la razón no tiene cabida en este caso, lo de la razón es cierto pero déjenme contarles que el corazón no tiene mucho que ver ahí, todo es cuestión de química chequen porque...

Los poetas nos han deleitado cantando al más maravilloso de los sentimientos desde todos los ángulos y con infinitos matices, pero los químicos también tienen cosas que decir al respecto, quizás menos seductoras pero no por ello menos importantes.

¿Por qué nos enamoramos de una determinada persona y no de otra? Innumerables investigaciones psicológicas demuestran lo decisivo de los recuerdos infantiles -conscientes e inconscientes-. La llamada teoría de la correspondencia puede resumirse en la frase: "cada cual busca la pareja que cree merecer".

Parece ser que antes de que una persona se fije en otra ya ha construido un mapa mental, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra. El sexólogo John Money considera que los niños desarrollan esos mapas entre los 5 y 8 años de edad como resultado de asociaciones con miembros de su familia, con amigos, con experiencias y hechos fortuitos. Así pues antes de que el verdadero amor llame a nuestra puerta el sujeto ya ha elaborado los rasgos esenciales de la persona ideal a quien amar.

La química del amor es una expresión acertada. En la cascada de reacciones emocionales hay electricidad (descargas neuronales) y hay química (hormonas y otras sustancias que participan). Ellas son las que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida y ellas son las que explican buena parte de los signos del enamoramiento.

Cuando encontramos a la persona deseada se dispara la señal de alarma, nuestro organismo entra entonces en ebullición. A través del sistema nervioso el hipotálamo envía mensajes a las diferentes glándulas del cuerpo ordenando a las glándulas suprarrenales que aumenten inmediatamente la producción de adrenalina y noradrenalina (neurotransmisores que comunican entre sí a las células nerviosas).

Sus efectos se hacen notar al instante:

El corazón late más deprisa (130 pulsaciones por minuto).
La presión arterial sistólica (lo que conocemos como máxima) sube.
Se liberan grasas y azúcares para aumentar la capacidad muscular.
Se generan más glóbulos rojos a fin de mejorar el transporte de oxígeno por la corriente sanguínea.

Hay dos cosas que el hombre no puede ocultar: que está borracho y que está enamorado
Antífanes -388-311 a. C.-, comediógrafo griego


Los síntomas del enamoramiento que muchas personas hemos percibido alguna vez, si hemos sido afortunados, son el resultado de complejas reacciones químicas del organismo que nos hacen a todos sentir aproximadamente lo mismo, aunque a nuestro amor lo sintamos como único en el mundo.

Ese estado de "imbecilidad transitoria", en palabras de Ortega y Gasset, no se puede mantener bioquímicamente por mucho tiempo.

No hay duda: el amor es una enfermedad. Tiene su propio rosario de pensamientos obsesivos y su propio ámbito de acción. Si en la cirrosis es el hígado, los padecimientos y goces del amor se esconden, irónicamente, en esa ingente telaraña de nudos y filamentos que llamamos sistema nervioso autónomo. En ese sistema, todo es impulso y oleaje químico. Aquí se asientan el miedo, el orgullo, los celos, el ardor y, por supuesto, el enamoramiento. A través de nervios microscópicos, los impulsos se transmiten a todos los capilares, folículos pilosos y glándulas sudoríparas del cuerpo. El suave músculo intestinal, las glándulas lacrimales, la vejiga y los genitales, el organismo entero está sometido al bombardeo que parte de este arco vibrante de nudos y cuerdas. Las órdenes se suceden a velocidades de vértigo: ¡constricción!, ¡dilatación!, ¡secreción!, ¡erección! Todo es urgente, efervescente, impelente... Aquí no manda el intelecto ni la fuerza de voluntad. Es el reino del siento-luego-existo, de la carne, las atracciones y repulsiones primarias..., el territorio donde la razón es una intrusa.

Hace apenas 13 años que se planteó el estudio del amor como un proceso bioquímico que se inicia en la corteza cerebral, pasa a las neuronas y de allí al sistema endocrino, dando lugar a respuestas fisiológicas intensas.

El verdadero enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la FENILETILAMINA, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas.

Al inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, es decir, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer), norepinefrina y oxiticina (además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, parece ser además un mensajero químico del deseo sexual), y comienza el trabajo de los neurotransmisores que dan lugar a los arrebatos sentimentales, en síntesis: se está enamorado. Estos compuestos combinados hacen que los enamorados puedan permanecer horas haciendo el amor y noches enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño.

El affair de la feniletilamina con el amor se inició con la teoría propuesta por los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz del Instituto Psiquiátrico de Nueva York, que sugirieron que el cerebro de una persona enamorada contenía grandes cantidades de feniletilamina y que sería la responsable de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos cuando estamos enamorados.

Sospecharon de su existencia mientras realizaban un estudio con pacientes aquejados "de mal de amor", una depresión psíquica causada por una desilusión amorosa. Les llamó la atención la compulsiva tendencia de estas personas a devorar grandes cantidades de chocolate, un alimento especialmente rico en feniletilamina por lo que dedujeron que su adicción debía ser una especie de automedicación para combatir el síndrome de abstinencia causado por la falta de esa sustancia. Según su hipótesis el, por ellos llamado, centro de placer del cerebro comienza a producir feniletilamina a gran escala y así es como perdemos la cabeza, vemos el mundo de color de rosa y nos sentimos flotando.

Es decir LAS ANFETAMINAS NATURALES TE PONEN A CIEN.

El 50% de las mujeres entrevistadas para el libro Por qué necesitan las mujeres del chocolate confesó que elegiría el chocolate antes que el sexo. Hay quienes al chocolate lo llaman EL PROZAC VEGETAL.

En una de las aventuras de Charlie Brown se puede leer "una buena manera de olvidar una historia de amor es comerse un buen pudín de chocolate".

Su actividad perdura de 2 a 3 años, incluso a veces más, pero al final la atracción bioquímica decae. La fase de atracción no dura para siempre. La pareja, entonces, se encuentra ante una dicotomía: separarse o habituarse a manifestaciones más tibias de amor -compañerismo, afecto y tolerancia-. Dos citas muy interesantes son:

El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta, hay que tirarlo y empezar otro nuevo.
Enrique Jardiel Poncela.

El amor es como Don Quijote: cuando recobra el juicio es para morir.
Jacinto Benavente

Con el tiempo el organismo se va haciendo resistente a los efectos de estas sustancias y toda la locura de la pasión se desvanece gradualmente, la fase de atracción no dura para siempre y comienza entonces una segunda fase que podemos denominar de pertenencia dando paso a un amor más sosegado. Se trata de un sentimiento de seguridad, comodidad y paz. Dicho estado está asociado a otra DUCHA QUÍMICA. En este caso son las endorfinas -compuestos químicos naturales de estructura similar a la de la morfina y otros opiáceos- los que confieren la sensación común de seguridad comenzando una nueva etapa, la del apego. Por ello se sufre tanto al perder al ser querido, dejamos de recibir la dosis diaria de narcóticos.

Para conservar la pareja es necesario buscar mecanismos socioculturales (grata convivencia, costumbre, intereses mutuos, etc.), hemos de luchar por que el proceso deje de ser solo químico. Si no se han establecido ligazones de intereses comunes y empatía, la pareja, tras la bajada de FEA, se sentirá cada vez menos enamorada y por ahí llegará la insatisfacción, la frustración, separación e incluso el odio.

Parece que tienen mayor poder estimulante los sentimientos y las emociones que las simples substancias por sí mismas, aquellos sí que pueden activar la alquimia y no al sentido contrario.

Un estudio alemán ha analizado las consecuencias del beso matutino, ése que se dan los cónyuges al despedirse cuando se van a trabajar. Los hombres que besan a sus esposas por la mañana pierden menos días de trabajo por enfermedad, tienen menos accidentes de tráfico, ganan de un 20% a un 30% más y viven unos ¡cinco años más! Para Arthur Sazbo, uno de los científicos autores del estudio, la explicación es sencilla: "Los que salen de casa dando un beso empiezan el día con una actitud más positiva".

Es cierto, no podemos negarlo, es un hecho científico que existe una química interna que se relaciona con nuestras emociones y sentimientos, con nuestro comportamiento, ya que hasta el más sublime está conectado a la producción de alguna hormona.

No hay una causa y un efecto en la conducta sexual, sino eventos físicos, químicos, psíquicos, afectivos y comunicacionales que se conectan de algún modo, que interactúan y se afectan unos a otros.

Existe, sí, una alquimia sexual, pero se relaciona íntimamente con los significados que le damos a los estímulos, y éstos con el poder que les ha concedido una cultura que, a su vez, serán interpretados por cada uno que los vive de acuerdo con sus recursos personales y su historia. Esperemos que estos estudios en un futuro nos conduzcan a descubrir aplicaciones farmacológicas para aliviar las penas de amor.

Espero que una vez leído este artículo no le digas a tu pareja después de hacer el amor: "he tenido una sensación sumamente agradable producto del aumento de testosterona y la disminución consiguiente de serotonina", entre otras cosas porque te estrangularía.

Para terminar otras interesantes citas:

Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.
Antonio Machado

¿A que ni lo imaginaban? jeje

Cortesia de Miss JJ